Las clases serán online, en inglés y no habrá que pagar nada.
Una buena para todos los amantes de la fotografía. En las últimas horas Nikon habilitó sus servicios online y ofrecerá en el mes de abril clases gratuitas desde su sitio oficial de Estados Unidos. Por la pandemia de coronavirus, no cobrará servicios que habitualmente tienen costos en dólares.
La medida busca que las personas puedan sobrellevar la cuarentena por coronavirus de la mejor manera, por lo que durante diez días la firma japonesa impartirá cursos que abordan distintos aspectos de la fotografía.
La medida busca que las personas puedan sobrellevar la cuarentena por coronavirus de la mejor manera, por lo que durante diez días la firma japonesa impartirá cursos que abordan distintos aspectos de la fotografía.
Cabe destacar que los cursos se encuentran en inglés y distintos fotógrafos profesionales serán los encargados de enseñarles a los usuarios. Para acceder, hay que hacerlo desde el sitio de Nikon.
La mayoría de alumnos que vienen a mis clases ya tienen cámara. Algunos, incluso se la han comprado especialmente para poder realizar el curso. En algunas ocasiones, conforme van avanzando las clases, el propio alumno se da cuenta de que su cámara no cumple con sus expectativas.
Es por esto, que si estás pensando en comprarte una cámara o cambiar a otro modelo, te recomiendo que leas estos consejos, de manera que tú mismo te respondas todas las cuestiones que voy a ir explicando, con el fin de obtener la que mejor cumpla tus necesidades.
Actualmente, hay cada vez más marcas que van sacando nuevos modelos de gran calidad y multitud de funcionalidades, como pueden ser Sony (fabrica los sensores que monta Nikon), Olympus, Fujifilm, etc…
Las marcas con más años en el mercado disponen de una gama de objetivos muy amplia.
Casi siempre, el factor limitante a la hora de decidir un modelo u otro es el presupuesto. Normalmente sólo contemplamos la opción de adquirir una cámara nueva, cuando en realidad, existe un mercado de segunda mano muy amplio que puede permitirnos acceder a modelos superiores. En este caso, hay que reconocer que las marcas con mayor cuota de mercado son Canon y Nikon.
¿Qué Tipos de Cámaras Hay en el Mercado?
Compactas
Las cámaras compactas son las más pequeñas, disponen de un objetivo incorporado no intercambiable y son las que peor calidad dan.
No suelen tener opciones para control manual de la exposición, por lo que simplemente podremos usarlas en automático. Es la típica cámara que podemos llevarnos a cualquier lado, aunque con el auge de los móviles y sus cada vez mejores cámaras, parece que cada vez tienen menos sentido.
Reflex
La filosofía de las cámara réflex es la misma, tienen el mismo diseño y el tamaño se debe tanto al espejo como al pentaprisma que invierte la imagen para que podamos verla bien a través del visor.
Conocidas por todo el mundo, dan muy buena calidad debido a los sensores que incorporan.
Permiten intercambiar diferentes objetivos, podemos disparar en formato RAW, y tienen cada vez más y más funcionalidades.
Uno de sus puntos fuerte es la ergonomía, puesto que se adaptan a las manos, y los botones están colocados estratégicamente en la posición más adecuada. También existen gran cantidad de accesorios y gama de objetivos.
Su tamaño puede ser un problema para alguien que no está acostumbrado a llevar la cámara consigo.
Sistema de réflex, obtiene su nombre gracias al espejo que refleja la luz.
A partir de 500usd o 550usd ya podemos obtener cámaras réflex básicas. Si queremos más calidad nos iremos de los 800usd hacia arriba.
Son el último tipo de cámara que ha salido al mercado, y son una mezcla entre cámara compacta y réflex, puesto que su tamaño es reducido al no llevar espejo ni pentaprisma, pero permite intercambiar objetivos.
La calidad de imagen es muy buena, comparándose con los grandes modelos de cámaras réflex. Al principio, existían diversos motivos por los que muchos fotógrafos no daban el paso, aunque poco a poco los nuevos modelos los van solucionando.
La velocidad de enfoque es más lenta que las réflex, por lo que es algo que están tratando de mejorar.
El tema de la ergonomía es algo que a algunos no convence, primero porque al ser tan pequeñas no tienen la sensación de buen agarre. También, porque para modificar algún parámetro hay que acceder a menús debido a la falta de botones, lo que cual retarda el disparo.
Disponen de un visor digital en vez de un visor óptico, al que, quizás, cuesta acostumbrarse. Aunque a favor tiene que podemos ver multitud de opciones directamente en la pantalla del visor.
Al ser 100% electrónicas consumen más batería. Además, las baterías son más pequeñas, por lo que duran menos.
Algunos modelos son sensibles a las bajas temperaturas, por lo que es otro aspecto a tener en cuenta.
Por otro lado, también tienen muchas ventajas, como son el tamaño reducido, que permite pasar desapercibido y llevarlas en casi cualquier parte. Los objetivos van acorde con los cuerpos, ocupando poco espacio, aunque la gama es aún un poco reducida en algunas marcas.
Marcas como Fujifilm o Sony disponen cada vez de más objetivos para sus cámaras.
Además, los objetivos que venden estas marcas son de calidad, a diferencia de los objetivos que suelen ir en los kit de las réflex.
El peso es otro aspecto a tener en cuenta, sobre todo si lo tuyo es caminar con el equipo a cuestas.
Respecto a los precios, se pueden encontrar modelos a partir de 650usd, sin embargo, si queremos los modelos que más calidad ofrecen nos vamos de los 1.300usd hacia arriba.
Cuando el presupuesto no es un problema, surge la imperiosa necesidad de comprarnos lo «mejor» del mercado, pensando que de esta manera, nuestras fotografías serán mejores. Éste es el primer error, puesto que el que hace las fotografías eres tú. La cámara es solamente un medio, una herramienta que nos facilita la vida en ciertas situaciones, que nos ayuda a plasmar lo que tenemos en la cabeza.
Yo siempre recomiendo comprar una cámara que tenga unas prestaciones básicas para realizar las fotografías que queremos hacer, y más adelante, si nos pica el gusanillo de la fotografía y queremos más calidad o nuevas funcionalidades, venderla y comprarnos otra cámara.
¿Qué Tipo de Fotografía Te Gusta?
Ya sé que esto lo habréis oído infinidad de veces, pero es la más importante de todas, puesto que en función del tipo de fotografía que hagamos, necesitaremos que la cámara tenga unas funcionalidades concretas.
A continuación vemos algunos aspectos a tener en cuenta.
Calidad Ante Todo. El Sensor
Debemos fijarnos en el tamaño del sensor y en los resultados de sus fotografías si lo que buscamos es la calidad.
Cuando hablamos de calidad en fotografía, no estamos hablando del número de megapixel que tiene una fotografía. Los megapíxeles únicamente indican el tamaño que va a tener esa fotografía, es decir, ancho por alto.
Por ejemplo, si tenemos un sensor que produce fotografías con un lado mayor de 5760 píxels, y un lado menor de 3840 píxels, la resolución de la cámara será de 22,1MB aproximadamente, como es el caso de la Canon 5D Mark 3.
Los megapíxeles determinan el tamaño al que podremos imprimir una fotografía sin perder calidad. La calidad está relacionada con el sensor y su tecnología. Actualmente los más extendidos son los sensores CCD y CMOS (dan mejor calidad). Sin entrar en demasiados conceptos técnicos diré que, en teoría, el sensor que tenga un tamaño mayor tendrá más calidad (Full Frame será mejor que APS-C).
Relacionado con el tamaño del sensor está el factor de multiplicación, que afectará a la distancia focal de los objetivos. Recordar que un objetivo de 35mm en un sensor Full Frame equivale a 35mm, pero en un sensor con factor 1.6x equivale a 56mm.
Cuando hablamos de calidad hay que pensar también en los objetivos. Si compramos una cámara hay que pensar que estamos ligado a la marca de una manera u otra, sobre todo a la hora de adquirir nuevos objetivos, por lo que es interesante ver si disponen de variedad, de objetivos de calidad, y que podamos permitirnos comprar.
Pasar Desapercibido Puede Marcar la Diferencia
La diferencia de tamaño salta a la vista.
Para muchos fotógrafos, el tamaño es muy importante, puesto que ayuda a pasar desapercibido, permite transportar la cámara en cualquier sitio, y además supone llevar menos peso, algo que para mí es fundamental.
Cuerpos más pequeños implican también objetivos más pequeños.
Tanto por el tamaño como por el peso reducido, cada vez más fotoperiodistas, fotógrafos de viajes, e incluso algún que otro fotógrafo de naturaleza están optando por cámaras CSC.
Si lo Tuyo es la Fotografía Nocturna, el ISO Manda
Cuando empecé a realizar fotografía nocturna, me di cuenta de que mi cámara tenía un ISO limitante de 800. A partir de ahí, el ruido era demasiado evidente, incluso después de realizar un buen procesado. Por lo tanto, si quería poder fotografiar la Vía Láctea, o estrellas como puntos, mi nueva cámara tenía que rendir bien a ISO’s altos.
No hay que confundir con el máximo ISO que permite configurar una cámara, que son valores inútiles, y no sirven para nada, puesto que las fotografías tendrán tanto ruido que tendremos que borrarlas.
La Ráfaga para la Fotografía de Acción
El número de puntos de enfoque cada vez es mayor, facilitando el enfoque en sujetos en movimiento
En ocasiones, cuando estaba cubriendo algún partido de tenis, me daba cuenta de la mayoría de fotografías las habría perdido si la ráfaga de mi cámara hubiera sido más lenta. Y por el mismo motivo, si hubiera sido aún más rápida habría captado momentos fugaces.
Es cuando te das cuenta de la importancia que tiene el número de fotografías que puede disparar una cámara por segundo.
Otro aspecto importante para este tipo de fotografía son los puntos de enfoque, cuantos más mejor, ya que podemos colocar el punto de enfoque más cercano sobre nuestro sujeto sin tener que reencuadrar.
El tipo de enfoque es importante, ya que debe disponer de modo continuo (Servo, AF-C) para poder realizar un seguimiento mientras la cámara mantiene el enfoque. Incluso existen cámaras que puedes seleccionar puntos de enfoque por grupos, para facilitar el seguimiento.
También es importante saber la máxima velocidad de obturación, que puede estar en 1/2000, 1/4000 o 1/8000, dependiendo del modelo. Cuanto más rápida sea tendrás más posibilidades de congelar un sujeto en movimiento.
Con esto me refiero a que en ocasiones queremos que nuestra cámara tenga una o varias funcionalidades concretas, por lo que tenemos que centrarnos en buscar modelos que cumplan estos requisitos, en vez de buscar la cámara que más funcionalidades tenga, sin ni siquiera saber para qué sirven, y si alguna vez les daremos uso.
Entre las múltiples funcionalidades o aspectos que pueden hacer que nos decantemos por una cámara u otra están:
Grabación de video
Live View
Pantalla abatible
Múltiple exposición
HDR
Conectividad por WIFI o Bluetooth
Ergonomía
Flash incorporado
GPS
¿Y tú? ¿Qué aspectos o funcionalidades de una cámara son imprescindibles para ti a la hora de comprar una cámara?
Sergio Arias Ramón, fotógrafo profesional especializado en viajes y naturaleza. Formación autodidacta centrado en la composición. Apasionado del blanco y negro donde encuentra su visión más personal. Puedes seguir sus trabajos en sergioariasfotografia.es y en facebook, twitter o instagram. Nota tomada de Dzoom
¿Cuántas veces habrás oído que para aprender fotografía debes de utilizar la cámara en modo manual? Yo no pretendo convencer a nadie de lo que debe hacer, simplemente voy a comentar todo lo que se puede hacer con la cámara si abandonas el modo automático y te decides a probar tanto el modo manual como los modos semiautomáticos.
De esta manera, sentirás que estás sacando mucho más partido a tu cámara y a la inversión que realizaste cuando la compraste. Con este artículo quiero que veas todo lo que puedes hacer con tu cámara en modo manual y entiendas que como fotógrafo, eres tú quien debe tomar las decisiones, y por lo tanto, configurar en cada caso los parámetros que necesites.
Medir la luz ahora es cosa mía
Una vez sitúas el dial en el modo M todos los parámetros dependen de ti. Eso significa que debes saber entender la luz y lo que te está diciendo el exposímetro de tu cámara. Ahora eres tú el encargado de medir la luz, y para ello necesitas entender cómo funciona el exposímetro. El exposímetro es lo que mide la luz y debes fijarte antes de disparar, de lo contrario la fotografía saldrá oscura o muy clara.
Alguien puede estar pensando que en automático no tenemos que estar pendientes de la luz y que esto hace el proceso más lento. En un principio es verdad, pero con la práctica, tomar una fotografía es muy rápido.
La ventaja de hacerlo así es que tú decides qué diafragma vas a utilizar, qué velocidad y qué ISO. En automático, la cámara decide por ti siempre.
Toda la información necesaria para medir la luz la tienes en el visor, por lo que no necesitas despegar la cara de la cámara. Con un poco de práctica acabarás por tocar las ruedas que controlan el diafragma y la velocidad sin mirar. Así como el ISO, que suele tener un botón de acceso directo.
Además, las cámaras tienden a subexponer las fotografías, es decir, salen más oscuras de lo normal. Si somos nosotros quienes medimos esto lo podemos solucionar sin ningún problema.
Revisión y corrección del histograma in situ. En la primera se ha quemado un poco y lo corregimos en la segunda.
Con el modo automático, cada vez que disparamos la fotografía resultante tiene una luz determinada. Si sale oscura no tenemos modo de decirle que queremos más luz. Lo mismo pasa si sale con mucha luz. En algunas cámaras existe un dial para compensar la exposición y sí se puede alterar dicha medición.
Cuando usamos el modo manual, el resultado lo vemos a través del histograma, el cual si que podemos modificar para obtener más o menos luz. De ahí, que si en un primer disparo no obtenemos la fotografía con la luz correcta, lo podemos conseguir con un segundo disparo.
En los modos semiautomáticos también podemos compensar la exposición para obtener el histograma correcto.
Además, hoy en día gracias a la tecnología disponemos de cámaras donde el histograma nos aparece directamente en el visor digital, por lo que es mucho más fácil acertar a la primera.
Lo más importante, hacer la foto que tú quieres
Fotografía con un encuadre abierto, donde lo habitual es mostrar toda la sala enfocada, pero aquí lo único que quería enfocar era la persona de la última fila. Para ello, aprovechando la máxima apertura de mi 35mm consigo centrar toda la atención sobre dicha persona, desenfocando todo lo demás. En modo automático es imposible realizar esta fotografía. Una vez tengo los parámetros puedo repetir la fotografía las veces que quiera y siempre estará bien expuesta y con la misma profundidad de campo.
¿Cuántas veces has tratado de conseguir el fondo desenfocado y te salía todo bien nítido?, pues eso es porque no has podido configurar manualmente el valor de diafragma que necesitas. Tienes que poder configurar el diafragma que quieras para conseguir la profundidad de campo que necesites.
Esto no lo puedes conseguir con el modo automático. Además, es posible que la cámara cambie los parámetros entre dos fotografías disparadas una después de la otra.
Cuando estés haciendo una fotografía de grupo y necesites que todos estén bien enfocados, entonces cerrarás el diafragma. La cámara no sabe qué fotografía quieres hacer, y a lo mejor selecciona un diafragma abierto y solamente sale enfocado el de la primera fila.
Lo mismo pasa con la velocidad de obturación. ¿Te ha pasado alguna vez que querías congelar una moto que va en movimiento y te ha salido un borrón?. Esto sucede porque la cámara ha seleccionado una velocidad lenta, porque no tiene ni idea de lo que tú quieres hacer.
Tienes que determinar en cada disparo si vas a congelar el movimiento o si quieres una larga exposición y en función de la velocidad estableces el resto de parámetros.
Para tratar de hacer más «inteligente» a nuestra cámara en modo auto, muchos modelos tienen unos modos para decirle: «voy a fotografiar un paisaje», y la cámara tratará de cerrar el diafragma. O «voy a hacer una fotografía de acción» y la cámara intentará usar la velocidad necesaria para congelar. Pero eso es todo, lo intentará porque no todas las acciones son iguales y a veces necesitas más velocidad que en otras.
Como decía antes, es posible que en dos disparos consecutivos la cámara varíe los parámetros, lo que dice un poco del vago criterio que utiliza. En modo manual, una vez has establecido los parámetros correctos puedes tomar todas las fotos que quieras sin que la luz ni el resultado se vea afectado.
Aquí está la mayor diferencia entre el que trata de ser fotógrafo o el que hace meras fotografías.
Una pequeña ayuda nunca viene mal
Para tomar esta fotografía se utilizó varios puntos de enfoque situados en la parte izquierda del encuadre, prioridad a la velocidad para congelar el movimiento y por si faltaba luz el ISO automático.
Hay ocasiones en las que establecer todos los parámetros y conseguir la fotografía es una utopía. Estas ocasiones suelen ser acciones que suceden muy rápido o que la luz es muy cambiante. Es cuando debemos hacer uso de los modos semiautomáticos.
Estos modos semiautomáticos permiten configurar un parámetro y la cámara configura el otro. Pero aun y así, tenemos control sobre la exposición, ya que podemos compensarla a nuestro gusto.
Por ejemplo, podemos estar haciendo un seguimiento de un ave y establecer una velocidad lo suficientemente rápida como para congelar su movimiento. De manera que la cámara pondrá el diafragma que necesite para obtener la luz necesaria.
Lo mismo podemos hacer con el diafragma, es decir, establecemos un valor para conseguir mucha o poca profundidad de campo, y la velocidad se configurará sola.
Por defecto, utilizando estos modos, la cámara trata de llevar al centro la exposición, por lo que saldrá oscura. Si quieres sobreexponer puedes tocar el dial de la compensación de exposición y aumentarla a +1, por ejemplo.
Otra ayuda que nos aporta las cámaras es el ISO automático. Esta opción va muy bien porque le podemos decir a la cámara que utilice el ISO que necesite dentro de un rango determinado por nosotros. De esta manera, cuando tengamos suficiente luz utilizará un ISO bajo y en caso de necesidad, el más alto configurado.
¿Y qué pasa cuando fotografiamos en estudio o utilizamos un trípode?
En un estudio normalmente se utiliza un fotómetro de mano para medir la luz, con lo cual, los parámetros que tienes que configurar ya vienen dados. Configurar la cámara en modo manual es la única manera de establecer dichos parámetros. De lo contrario, las fotografías saldrán con una luz diferente cada vez.
Otra situación es cuando utilizamos un trípode. La luz es escasa y necesitamos más luz, por lo que usaremos un trípode para que la fotografía no se mueva. Configuraremos el valor ISO más bajo y aumentaremos el tiempo todo lo necesario. Se fija el diafragma que queremos y a partir de ahí realizamos la medición. En modo automático posiblemente subiría el ISO y cambiaría los parámetros entre una foto y otra.